martes, marzo 31, 2009

Un segundo disco.

Me gustaría ser más prolífico en cuanto a las grabaciones.
Me gusta mucho hacer música, y si no tuviera que hacer nada más que música, sería muy feliz.
Bueno, no sé. Me gusta lo que hago también, pero la música me hipnotiza.

Grabamos un segundo disco.
No ha salido aún, pero está en ese proceso.
Hicimos quince canciones y creo que se van a quedar como once.
El primero tenía once también. 

El estudio donde lo hicimos se llama Watagushu.
Es un estudio increíble.
Tuvimos chance de grabar al estilo antiguo, usando tecnología sesentera y setentera, que ahora se llama vintage.

Es impresionante cómo el equipo antiguo, da un sonido completamente distinto a las grabaciones. Influye también el buen sonido de los cuartos y por supuesto el ingeniero del estudio Luis Yáñez y su socio Jorge Vilchis. También MI AMIGO, Hans. Master.

Dicen que cuando acabas de hacer el disco, es cuando el trabajo comienza.
Y es cierto. 
Creo que lo difícil es ser bueno en dos oficios. En el de hacer música y en el de venderla. Sigo en vías de hacerme bueno en alguna de las dos. Como todos.
Además, son cosas muy distintas de hacer.

Ambos caminos pedregosos.
Lentos de recorrer.
Por un lado, la minuciosidad del trabajo en estudio, tanto en grabación, como en mezcla y masterización. Tampoco los precios son muy accesibles, haciéndolo de manera profesional.

Y luego los tiempos de la industria son leeeeeentos.
A veces, la firma de un contrato puede durar unos meses, y después la maquila y la distribución llevan otro tiempo. Hay que tener paciencia.
Sé de grupos que echaron a perder sus negociaciones con disqueras por desesperados.
Con calma. 
Así funciona la industria.

Pero después vienen las tocadas y eso es lo más rico.
Poder tocar unas rolas nuevas.
Son rolas que hicimos oyendo discos viejos. Clavándonos en sus texturas (Santos dixit).
Son rolas que compusimos y tocamos durante estos tres últimos años, que fuimos invitados a varios festivales en Canadá y Estados Unidos, y nos funcionaron muy bien en vivo.

Estoy emocionado de poder volver a girar por México, que es increíble.
Con el otro disco fuimos a un montón de ciudades: Guadalajara, Monterrey, Puebla, Cholula, León, Cancún, Cuernavaca, Querétaro, Mazatlán, Durango, Torreón, Puerto Vallarta, Xalapa, Puerto Escondido... uff, se me olvidan... varias más...

Me encanta México.
Sí, la violencia existe, igual que en muchos países, pero nosotros, de gira, nunca hemos tenido ningún problema. Al contrario, todo ha sido gozadera.
Nuestro país es también un territorio donde la gente es muy generosa con los músicos, haciendo que las giras sean experiencias muy enriquecedoras y de mucha retroalimentación.

No es fácil echar a andar la máquina.
Pero cuando anda, ya no se para.
Ahí les cuento luego cómo va.